viernes, 10 de octubre de 2014

Lluvias hasta el fin de los tiempos

La vida en el Distrito Federal (México) no es precisamente la peor ni la mejor, los que nacimos en la mera capital conocemos muy bien todos los pros y los contras, pero una cosa que si es todo un desafío en la bendita ciudad es lidiar con el tráfico; somos tantos que ya no nos es suficiente el espacio para transitar; taxis, camiones, transeúntes, carros, motos, bicis... etc.
Un tramo que idealmente lo pasarías en 10 min, puede convertirse en un sufrimiento de hasta 45 min. Yo que diario me muevo en automóvil puedo decirles que la peculiaridad de estos tremendos lapsos que para algunos son un tormento y para otras una distracción, es el sinfín de situaciones que podemos observar. A mi en lo particular el único que me molesta son los famosísimos "limpia parabrisas", no más de escribirlo se me revuelve el estómago y es que creo que sólo he conocido uno desente en toda mi vida, los demás son extrañas criaturas que aún no logro entender, pero que tal al señor de los chicles, (ja ja me sonó a personaje de una serie de violencia y narcotráfico).
Cómo no observar al malabarista, o al tragafuegos o al payasito con pompas de Jennifer López. Pero lo que en realidad a mi me hace menos estresante estos viajes definitivamente es la música, cómo les platique en la vida sin ipod, para mi es muy importante la música, ya que es mágica, te transporta, te saca una sonrisa, te pone a cantar y que mejor lugar que la privacidad de tu auto, en mi no aplica lo de bañera, es más creo que nunca he cantado ahí, pero no me pregunten en mi coche, porque ahh que cosas, no me imagino cuando los vecinos de trafico me observan, seguro les hago el dia ja ja ja.
De hecho hace unos días la inmortal lluvia y las marchas hicieron que mi trayecto durara casi dos horas, así que mi bello ipod hizo aparición para amenizar mi tiempo, además de que ustedes no estan para saberlo ni yo para contarlo pero........tengo cierta fobia a los truenos, y ese día ay nanita Santo Niño de Atocha, agarranos confesados, porque enserio estaban de miedo, iluminaban todo el cielo, bueno o malo yo le subí mucho a la música y no oía que si no me da el soponcio ahí mismo. La música aliviano mucho, pero sinceramente a nadie le gusta pasar tanto tiempo en un coche y más si uno esta solo, pero ni modo aquí nos toco vivir y no hay mas que sobrevivir.

Trafico y lluvia

                                                 

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